TING
 EL CALDERO ORACULAR 
DE YI CHING
(I)






HEXAGRAMA Nº 51. CHEN/LO SUSCITATIVO



                        La reiterada actividad del trueno prorrumpe, invade, sacude y reverbera incesante por el ámbito del hexagrama poniendo el corazón en conmoción. Un quejido entrecortado se escapa y funde en el fragor.
                        El Señor se muestra en el signo.
                        Un suspiro, una inflexión, una sonrisa cruza el trémulo rostro. El hijo mayor no deja caer los dones. Escruta su corazón para aliviarlo del propio mal, y prosigue impertérrito en la elevación de la ofrenda.
                        “Al trazar a la lluvia ley y camino al fragor del trueno, entonces la vio y la exploró, la examinó e incluso la escudriñó. Y dijo al hombre: “¡He aquí que el temor de Adonay es la sabiduría, y apartarse del mal la Inteligencia!”>> *
                        Renovada energía y éxito.

* Job, 28, 26 a 28.


 LAS DIFERENTES LÍNEAS

LÍNEA Nº 1
                        “Llega la Conmoción: ¡Juu, Juu!
                        Temor que aporta felicidad.
                        Palabras rientes: ¡Ja, Ja!
                        Después uno tiene una regla.”
                        “Y ahora oh Israel, qué es lo que el Señor tu Dios pide de ti, sino solamente que temas al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma; 10.12 que guardes los mandamientos del Señor y Sus estatutos que Yo te prescribo hoy, para provecho tuyo.” 10.13*
* Devarin – Ekev

LÍNEA Nº 2
                        Sí terrible, terrible. En medio de la tormenta azul como una culebrina que se retuerce eléctrica de aquí para allá sin alcanzar objetivo alguno y todo perdido entre las manos frías y la respiración chamuscada. Peligro. Un consejo pertinente, no obstante, calma. Calma. Sentencia el oráculo al respecto: “No corras tras las pertenencias perdidas, de cien mil maneras, transcurridos siete días las recuperarás.”

LÍNEA Nº 3
                        El golpe le alcanza en inadecuado traspiés y le conmociona. Si actúa al efecto con agilidad y equilibrio evitará la desgracia.

LÍNEA Nº 4
                        Desequilibrado encima de una montaña de lodo, le sorprende y sienta la conmoción del trueno. El carece de luz, reflejo y energía: no sabe levantarse.
                        “La conmoción se empantana.”

LÍNEA Nº 5
                        Advertido en reiterada conmoción, camina en medio del peligro, pendiente del mantenimiento del equilibrio de sus responsabilidades: “Nada se pierde en absoluto, pues los negocios están en el centro.”

LÍNEA Nº 6
                        La decadencia general es grande. Su propio vecino ya ha sido alcanzado por los efectos de la conmoción y él mismo, aún no alcanzó el centro. Imposible ver con claridad. Primero se detiene, no prosigue. Los vecinos chismean. No hay defecto. Pero él se toma muy en serio la advertencia.






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