TING
EL CALDERO ORACULAR
DE YI CHING
(I)
HEXAGRAMA Nº 32. HENG / LA DURACIÓN
Cuando Dios creó al primer hombre, El lo llamó
Adán, pero después de darle su compañera, El lo llamó Ish (esposo), y a ella
isha (esposa). El Altísimo colocó en él Su Nombre Yah (el Yod de Ish y el hé de
ishá) diciendo: “Si ellos anduvieren en mis caminos y observaran mis
mandamientos, Mi Nombre estará con ellos; Yo los preservaré de los males y de
las aflicciones. En caso contrario, Yo les retiraré Mi Nombre y serán uno para
el otro un fuego devorador”. Si el Yod falta en ish y el hé en ishá, queda la
palabra esh (fuego). *
Cójase la
fuerza, la movilidad y el coraje de un caballo de tronío, y póngase delante.
Colóquese de apoyo en su zaga el ser de una brisa flexible y penetrante. Sellen
los pares resolución, junta y fuero, con anillo de celeste pegamento, cuya
recíproca inscripción sostenga: en el cambio, duración.
¡Por el
éxito sin falla, que propician perseverantemente, quienes unidos tienen a dónde
ir!
* Comentario al
casamiento extraído del Sidur Ha-Mercaz.
(Oficio de la mañana del
sábado), Veavraham, Siv.
LAS DIFERENTES LÍNEAS
LÍNEA Nº 1
¿Quién
labró la tierra, sembró, regó y cosechó en el mismo día (tiempo)?
“La
desventura de una duración demasiado apresurada proviene de que, ya al
comienzo, pretende uno demasiado.”
LÍNEA Nº 2
“Fuerte,
central y duradero en lo recto”, es un piropo para un hombre que, seguramente
va a seguir siéndolo.
“Se
desvanece todo arrepentimiento.”
LÍNEA Nº 3
“… ¡Pero
si no es más que un tarambana! ¿Adónde dice que va con él?... ¿Por cuánto
tiempo? Ni caso hombre, ni caso: deriva sobre deriva…” Fije y libere.
LÍNEA Nº 4
Nada aquí
que pueda conseguirse con la mera persistencia; faltan el conocimiento real y
la consecuente adecuación.
“¿Cómo
podría encontrarse venado en campo que no hay venado?”
LÍNEA Nº 5
No es la sumisa
perseverancia inercial que prosigue sin solución de continuidad lo acostumbrado el valor aquí y ahora
exigible, sino el más profundo y flexible compromiso del deber por el deber.
LÍNEA Nº 6
Mientras
persisten los vientos cruzados en la prominencia, ¿hablamos de la veleta en el
tejado?, ¿de títeres volatines?, ¿de fantasmas de papel?... En cualquier caso,
de poco peso.
Demérito.