EN EL DÍA DEL
MAESTRO
En esta alta fecha de
septiembre, del elegante balanceo de coloridas hojas y frutos cosechados, con
dulces caldos carga el jovial Dionisos los altos aleros de John Keats haciendo,
de la labor a los libertados, acordar embriagados a los otoñales compases de
Vivaldi; y así, ya en abundancia
postreramente complacida, contempla la inmortal Deméter el folclórico
espectáculo (“… / sentada sin cuidado en un granero / con
el pelo aventado suavemente, / o en surco no segado adormecida / por el efluvio
de las amapolas / dejando su hoz a las mieses y las flores; / …/.”).
“Pobre,
entre las altas colina y jardines” que tu trascendente magisterio representa,
maestro Kung Tse, vemos acercarse al fundador de nuestra asociación, para
hilvanar al volante de tu estela, la modesta madeja de su último trabajo en tu
memoria.