TING


 EL CALDERO ORACULAR 
DE YI CHING
(I)


HEXAGRAMA Nº 25. WU WANG / LA INOCENCIA



                        La representación del hexagrama en su totalidad nos muestra a través de la secuencia de trigramas que lo integran, lo que bien puede definirse como prístino circuito perfectamente funcional en el que el primogénito del Cielo o principio activo del Cielo en el hombre (Chen), consuma su labor específica o templo de su vida (Ken), de acuerdo con los dictados (Sun), del Cielo (Ch’ien).
                        No hay otros intereses de por medio, nada ajeno lo conturba, responde al medio de acuerdo al principio: “Elevado éxito que propicia la perseverancia”; pero si no fuera a ser así… si consentimos el desvío de la rectitud por otro abrigo, particular, el Cielo no cubrirá ya nuestros actos sino con la desdicha.

 LAS DIFERENTES LÍNEAS

LÍNEA Nº 1
                        Corresponde a la relación primogénito-genitor, en el sentido en el que los sabios de Israel definen, la imagen cultural arquetípica del patriarca Yitzjak, con las denominaciones “Holocausto Perfecto” o “Hijo Ofrendado”.

LÍNEA Nº 2
                        Corresponde propiciamente el emprendimiento del deber por el deber, el trabajo por el trabajo. Conciencia atenta a la labor que no especula en beneficios.

LÍNEA Nº 3
                        Prematuro depósito de confianza en obra no acabada que, cual la dócil vaca que el granjero ató a estaca del camino, yace expuesta al albur del caminante.
                        La ganancia que el vagabundo obtiene al encontrar la vaca, es la pérdida del ciudadano.

LÍNEA Nº 4
                        La patente universal de aquello cuya identidad esencial ya te corresponde, es aquello que fragua en el crisol del impecable tiempo de perseverancia interna que ahora debe probarte.

LÍNEA Nº 5
                        Mal que en inocente no halla causa o complicidad, por sí mismo ha de pasar.
                        Sin medicamentos.
    
LÍNEA Nº 6
                        No confundir irreflexión con inocencia, como es el caso. La desarmonía en el seguimiento del ritmo del tiempo implica necesariamente, desgracia.
                        Aguardar, afinando, paciente y alerta, la apertura de la cadencia adecuada.



No hay comentarios: