TING


 EL CALDERO ORACULAR 
DE YI CHING
(I)




HEXAGRAMA Nº 29. K'AN / LO ABISMAL, EL AGUA
Afanes

                        “Lo Abismal, el peligro, el agua”
                                               -A los ríos Huang Ho y Yardén-.
                         Líquido maestro de central y celeste procedencia, que sin temor del camino, la abrupta fosa baja, y que allá en el peligro, a su naturaleza fiel, por lo fácil discurriendo, fértil creciente alcanza, que en el rumoroso corazón, palmas elevadas son.
                        Inagotable y límpido magisterio que, entre principio y fin, con incansable reiteración el mundo en recorrer se afana para reflejar cual espejo, sin engaño, la verdad.
                        Si así cual el agua, a sí misma fiel y sin arredro fluyente, sencilla y clara, éxito en tu corazón y en lo que hagas.


           LAS DIFERENTES LÍNEAS
                
 LÍNEA Nº 1
                        “Repetición de lo abismal.”
                        Perdido se aleja resbalando… añadiendo a un mal, como reacción, otro mal. Desventura.

LÍNEA Nº 2
                        Aunque es fuerte y ocupa posición central, él no ignora que el centro del peligro aún no ha sido rebasado...
                        “Sólo debe aspirarse a alcanzar cosas pequeñas.”

LÍNEA Nº 3
                        ¡Alto, alto ahí!, no des un paso más; detente y mira. Con el corazón, el oído y toda tu atención: no hay obra. Imposible. Eso es abismo. El cauce se precipita en un hoyo. Tampoco hay marcha atrás, remonte de las aguas. Parada y paciencia.

LÍNEA Nº 4
                        Un poco  de arroz y un poco de vino a través del resquicio posible de luz que sin más (palabras) se va alcanzando para ser y seguir.

LÍNEA Nº 5
                        En virtud de su centralidad, aun en medio del peligro, no se acumula, no pretende más de lo que objetivamente puede; discurre por la depresión inmediata, por la salida más fácil. Ello es sin tacha.
                        “El agua fluye y no se acumula en parte alguna.”
    
LÍNEA Nº 6
                        Capricho es la soga que lo ata, deseo la cárcel que lo ciega y pasión el espino que lo sangra. Arrebatado el norte por las aguas sin cauce que bebió, su espíritu es una fosa ciega de aguas turbias y fecales. “Durante tres años uno no sabe en absoluto qué, hacer. “¡Desventura!”


No hay comentarios: