EDU,
Cada cuál clama la soledad
De aquél perdido lugar
- del corazón oculto rincón-
En que no se llegó a pronunciar
-aunque estaba presente-
Entre la lengua y los dientes,
Temblando de miedo
-vergonzoso, inconsciente-
El amor.
¿Por dónde, ¡clamor!, ¡añoranza!, ¡ausente!,
ahora, además de en mis lágrimas,
Hermano tú vas?
¡Está tan cerca y tan lejos
El camino que hacemos
Para el Uno encontrar!...
-José Antonio Cantero de Bustos-
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