TING
EL CALDERO ORACULAR
DE YI CHING
(I)
HEXAGRAMA Nº 1. CH'IEN/LO
CREATIVO
(Cielo sobre Cielo)
YHVH
Níssi (Yahveh es mi bandera)* – “Máximo
Éxito Propiciando Perseverantemente.”
He ahí la tetrádica piedra
de toque provista de antiguo por los santos sabios, sólo respecto de la cual,
algo puede ser considerado realmente Creativo.
Así, al protosigno
Ch’ien, ya se lo halla integrándose constitutivamente sólo por líneas fuertes. Sin fisura. El abajo, lo integra el trigrama Ch’ien, cuya directa
significación es el Cielo o la energía celeste; en el interior, conformando su
base nuclear, prosigue Ch’ien-Ch’ien; y en el exterior, renovadamente, Ch’ien.
Redondo, perfecto, incesantemente activo. Naturalmente representa lo más
elevado, y por tanto y en primer término a la Creativa Actividad Del Creador,
coextensivamente alcanzando al Cielo, la energía pura, el dragón, el hombre
padre emperador rey jefe, el rutilante ondear de la bandera, rocajademetalhielo,
azul profundo, así como a toda aquella eminencia general de un contexto
positivo.
Es lo temporal, frente, por, y sobre
lo espacial, que siendo de continuo impugnado, resulta de continuo
victoriosamente Creativo.
Tzelem Elokin (Imagen
de Dios) **
* Éxodo 17.15
** Génesis 1.27
Oracularmente, contraste los términos de la
cuestión respecto de:
Elevado
·
¿Entraña
la mayor bondad de principio, respecto del más elevado origen?
Logro
·
¿Cabalmente
en el medio concreto de su naturaleza específica, e identidad individual?
Propicio
·
¿Proveyendo
con justicia la sutil e incesante necesidad del cambio?
Perseverancia
·
¿Con
sabia y firme rectitud en la dilatada perspectiva del tiempo?
Así, usted mismo.
Nota:
Para mayor amplitud y
perspectiva del prisma cultural en la comprensión del signo Ch’ien he
considerado oportuno ilustrar mi versión del mismo con las arriba mencionadas
citas de la Biblia, así como con la inclusión del relevante y feliz comentario
que respecto de la parte extraída de la 2ª (Gen. 1.27), expone en su obra “Dat
Umadá” (Religión y Ciencia), el profesor Gutman:
“El término tzelem
implica la relación personal que puede existir sólo entre individualidades
distintas. De tal modo es emplazada la personalidad del hombre frente a la
personalidad de Dios.”, comentario que prosigue líneas más adelante con las
siguientes palabras, “El hombre puede estar en relación con Dios sólo en la
medida en que conserva su personalidad. El hombre es un mundo aparte y no debe
diluirse en la naturaleza.”
LÍNEA Nº 1
La
naturaleza de la pujanza generativa corresponde sin duda a dragón, pero aún no
le corresponde logro elevado en lo manifiesto.
“Dragón
cubierto. No actúes.”
LÍNEA Nº 2
Varón
regio en lontananza –dragón que se muestra en el campo-, es propicio ver a tan
gran hombre. Aunque su benéfico poder aún no actúa en la corte, los hombres ya
se vuelven a su influjo en la distancia.
LÍNEA Nº 3
-¡Seis,
cinco, cuatro, tres…
Crecen las
expectativas en su entorno, mientras él transita rectamente de aquí para allá
inmerso en la plenitud de la actividad. Aunque el peligro amenaza, no hay
defecto.
“Aun al
caer la noche, el noble, sigue todavía pleno de preocupación interior.”
Bendeciré
a Yahveh, que me aconseja, aun de noche mi conciencia me amonesta. *
* Salmos 15(16), 7
LÍNEA Nº 4
Ya no se
halla el dragón sobre la tierra, pero aún no alcanzó el alto cielo. Remonta
entre la multitud de las corrientes, seleccionando de entre aquellas, las que
componen su todavía inexpresado nombre. Ello es sin defecto.
LÍNEA Nº 5
Es la
plenitud cenital de Lo Creativo, que alcanzó el gran centro. En ella, el gran
hombre en su activa labor, parangona al dragón volando en el Cielo. Redondo y
azul, destello de corono regia, punta de asta blandiendo el Cielo. Conforme a
los cuatro principios, confiere identidad, según su naturaleza. Es propicio ver
al gran hombre.
LÍNEA Nº 6
“Dragón
soberbio tendrá que arrepentirse.”
[Contrapunto:
A aquél de quien se afirma: “boca a boca hablo (yo) con El” y de quien puede
leerse (Devarim/Deuteronomio 34,7): “Su vista no fue ofuscada ni debilitado su
vigor”, lo vemos ahora acercarse (Ibíd. 31, 1 y 2): “a Israel entero todas
estas palabras y les dijo: “De edad de ciento veinte años soy hoy, ya no debo
salir ni entrar y Yahveh me ha dicho: “¡No pasarás este Jordán!”]
“Sólo el
santo –afirma el libro de Las Mutaciones- sabe cómo avanzar con impulso y cómo
retener y cómo desistir, sin que se reduzca su recta índole. ¡Esto sólo lo
puede el santo!”
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