La ciudad es
nuestra, él ángel del véspero no hace mucho que
enlució sus casas y calles en titilantes candelas sobre el grato confort
de la humedad ambiente. Todo respira en calma: las puertas abiertas, la
pacífica vecindad oculta en la prudente intimidad de sus vidas y silencio… (Las
casas llenas de libros amigos en torno a mesas, siempre dispuestos). De calle Granada, entramos por la embocadura
que tiene el Palacio de Buenavista con San Agustín: la luz riela a lo largo de
la acuosa atmósfera arterial replicándose
en las farolas, húmedas paredes y férrea verja del antiguo colegio hasta
alzarse postrera sobre el reloj de la catedral.
-¿A
dónde me llevas? –pregunto yo-.
La
noche universa es nuestra. ¡Cuánta paz, frescura, libertad, vigor y silencio alberga! Solos de la mano en la
luciérnaga penumbra de la ciudad del paraíso mi Sulamita y yo. ¡Oh tus dulces
crías de mellizas gacelas!
José Antonio Cantero de Bustos
Málaga, 13 de agosto 2023
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